Precio aproximado
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Calculadora de costes
La instalación incluye: Placas solares, inversor híbrido, cableado, mano de obra, estructura, tramitación de subvenciones y legalización.
La subvención puede llegar al 35% y habría que descontarla del precio mostrado.
La instalación de placas solares con una potencia monofásica de 3.000 W, en tejado inclinado y con una batería de 5,4 KWh tiene un coste en torno a los 11.000 €
Para realizar un cálculo aproximado debemos establecer primero la potencia que vamos a necesitar para la vivienda y, después, regirnos por los siguientes parámetros:
Una vez determinados los costes, nos interesa conocer el ahorro que vamos a lograr y el plazo en el que vamos a recuperar la inversión realizada. Este cálculo es muy complejo puesto que más de una docena de factores entran en juego: características de la instalación, clima, orientación, potencia, etc.
En general, para una familia con un consumo normal de electricidad, la amortización de la instalación se realiza entre 7 y 10 años de media.
Para instalar placas solares no basta decidirlo y hacerlo sin más. En España tenemos que contar con una serie de permisos y autorizaciones para que podamos colocarlas y comenzar a beneficiarnos de sus ventajas, principalmente en el ahorro en la factura de la luz.
Los permisos se clasifican entre los que debemos tener antes de comenzar con la instalación y los trámites que debemos realizar una vez finalizada la misma. Un instalador autorizado se encargará de todo para que tú no tengas que preocuparte de nada ni tengas después sorpresas desagradables.
Los principales permisos y trámites que se requieren son los siguientes:
En todo caso, para la legalización de la instalación necesitarás un instalador autorizado que te diga paso a paso qué debes hacer y firme alguno de los trámites.
Existen dos tipologías de instalación de autoconsumo, “sin excedentes” y “con excedentes”.
En este caso la instalación no aprovecha la energía eléctrica sobrante para trasladarla a la red de distribución y, por tanto, no se beneficia de ninguna compensación económica.
En este caso se vierte la energía eléctrica sobrante en las redes de distribución y transporte, obteniendo por ello una compensación económica.
La principal ventaja de este método es, obviamente, la obtención de ingresos adicionales cuando la instalación esté produciendo más energía que la consumida por la vivienda. No obstante, la tramitación es sensiblemente más complicada que en el autoconsumo sin excedentes y son necesarios los permisos de acceso y conexiones.
Como cualquier sistema que utilicemos para cubrir las necesidades energéticas de nuestra vivienda, la instalación fotovoltaica tiene sus pros y sus contras. Por tanto, si estás valorando si vas a querer utilizarla tendrás que sopesar como paso previo los puntos fuertes y débiles que presenta, entre los que destacan los siguientes:
Es necesaria una inversión inicial elevada, que puede disuadir a muchos hogares que no quieran realizar ese alto desembolso inicial. Existen, no obstante, fórmulas de financiación o renting que permiten repartir este coste de forma mensual, aunque el coste final aumenta con respecto al pago al contado.
Tiene una potencia limitada y, en muchas ocasiones, no es suficiente para satisfacer toda la demanda que presenta una vivienda. Para compensar este factor podemos utilizar baterías, instalar más paneles o combinar nuestra instalación con la red de suministro eléctrico.
Dependen mucho del clima, ya que generan más energía cuando la radiación solar es mayor. Este factor es especialmente importante si no disponemos de baterías, ya que dependeremos de la capacidad de generación de energía que el clima nos permita en cada momento.
En el mercado nos podemos encontrar con muchos tipos de placas o paneles solares y lo primero que debemos tener en cuenta antes de realizar nuestra instalación es cuál es la que nos interesa más. Aunque su finalidad es la misma, producir energía eléctrica, los sistemas con los que podemos contar son básicamente tres: fotovoltáicos, térmicos e híbridos.
Si contamos con placas solares híbridas solucionamos todas las necesidades energéticas que suele tener una casa. En caso contrario, siempre podemos optar por las fotovoltaicas y utilizar la energía eléctrica producida para calentar el agua.
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